ANÁLISIS
Educación, números alarmantes…
- Tendencia estancada en la matrícula mexiquense
- 226 mil niños no van a la escuela
Por José Manuel Miranda
ZONA ORIENTE, Méx.- Justo hoy que regresan a clases alrededor de 3 millones 300 mil estudiantes de nivel básico, ocurre que mientras la población en el estado de México aumenta 200 mil habitantes por año, es observable que la matrícula escolar de la entidad no sube al mismo ritmo, está claro un descenso en el registro educativo de los nuevos mexiquenses; esto de acuerdo con las cifras proporcionadas por la propia dependencia educativa del gobierno estatal.
Desde el ciclo escolar 2005-2006 se tardó para recuperar la matrícula cinco años, pues ésta había descendido notablemente aun cuando la población aumentaba a ritmo constante. No fue sino hasta el ciclo 2010-2011 que se igualaron los números de un lustro atrás.
En el ciclo 2006-2007, la matrícula era de 30.17% del total de la población y fue el año en que representó el menor número nominal de estudiantes, tan sólo 4 millones 293 mil alumnos, la cifra histórica más baja desde hace diez años (2002-2003).
Hoy existen 4 millones 521 mil estudiantes, y el porcentaje de población que va a la escuela es del 29.7%, lo que refleja una baja en la matrícula de casi un 5%, lo que traducido en números reales equivale a 226 mil niños que no van a la escuela. La pregunta es ¿por qué?
Es destacable que no sólo la proporción de educandos no sube, sino que se estancó, de modo que los nuevos ciudadanos mexiquenses nacidos en estos años, no están acudiendo en su totalidad a la escuela; un porcentaje se están quedando sin educación de ningún tipo, fenómeno que solo se explicaría si el número de defunciones provocara un colapso en un espacio de tiempo corto, lo que no ha sucedido, de modo que la baja de la matrícula se explica en su base por abandono y deserción del sistema escolarizado.
Los números son aportados por las cifras de la propia Secretaría de Educación del estado de México en su documento de “La Educación en cifras” (pág. 49) mediante una estadística que compila todos los elementos datados en una historia perfectamente estructurada desde 1994 en la época de César Camacho Quiroz.
El documento aclara la movilidad que los educandos y docentes han tenido a lo largo de los años y entre modalidades (público al privado y viceversa), además de los sistemas no escolarizados que captan en su mayoría a aquellos que reemprenden el camino de su instrucción escolar sea el nivel que fuere.
Duro camino se espera en los próximos ciclos escolares, pues a la fecha la tendencia poblacional no cede y la matrícula no tiene incentivos a la vista para incrementarse, es decir, dadas las actuales circunstancias y el coste de la vida, es difícil que sin apoyos que revolucionen la calidad de vida de las familias, no hay posibilidades reales que los 200 mil nuevos niños que se incorporan a la vida cada año, estén en posibilidad de educarse en los sistemas escolares existentes,
Además de lo anterior es prácticamente imposible una educación de calidad, sobre todo cuando la reforma educativa aprobada el año pasado ha abortado la posibilidad de un modelo nacional único, mismo que fortalezca la excelencia desde la Federación en el proceso de enseñanza aprendizaje; cada entidad se las arreglará como pueda con un sindicato nacional de maestros inalterable en sus influencias y condiciones.
Los números no mienten y las declaraciones apuntan al mismo lugar.