Fuego y nieve

“La Escuela es Nuestra”, fallas estructurales

“La Escuela es Nuestra”, fallas estructurales

El informe de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) está lleno de hallazgos que dan luz sobre la falta de control de esos recursos públicos en el programa «La Escuela es Nuestra» al no tener mecanismos, normas y reglamentaciones claras y específicas de cómo es que los Comités Escolares de Administración Participativa (CEAP) debían dar cuentas de la correcta implementación y comprobación del ejercicio de los recursos públicos.

Por José Manuel Miranda

Zona Oriente, Estado de México.- El programa “Escuela de Tiempo Completo” existe desde 2006 y durante 12 años solucionó problemas específicos de las familias mexicanas, sobre todo en áreas urbanas; ya fue eliminado por la SEP, así, de tajo.

Todos los diarios reportan la misma información sobre el “extravío” de 573 millones de pesos que no se sabe dónde quedaron en el programa que ahora va a manejar los dineros que se destinaban a las Escuelas de Tiempo Completo y que se denomina “La Escuela es Nuestra”; sin embargo, poco o nada hablan de lo que pudo llevar a ese desfalco en un programa social por el que hoy muchas mujeres madres de familia están angustiadas al no saber qué hacer con sus hijos en el tiempo excedente que, por las tardes, ellos estaban a resguardo y ocupados en sus lugares de estudio, además de bien comidos en una Escuela de Tiempo Completo.

El informe de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) está lleno de hallazgos que dan luz sobre la falta de control de esos recursos públicos al no tener mecanismos, normas y reglamentaciones claras y específicas de cómo es que los Comités Escolares de Administración Participativa (CEAP) debían dar cuentas de la correcta implementación y comprobación del ejercicio de los recursos públicos.

 El número de la Auditoría De Cumplimiento del programa “La Escuela es Nuestra” es el: 2020-0-11100-19-0124-2021 124-DS y ella deriva del análisis del rubro “Grupo Funcional Desarrollo Social” que depende de la Secretaría del Bienestar (SEBIEN), entidad que a su vez es la que solicita los recursos públicos para otorgarlos a la Secretaría de Educación Pública (SEP) y ésta los hace llegar a los Comités Escolares de Administración Participativa (CEAP), dinero que se dedica a infraestructura y funcionamiento de los planteles escolares.

Esta cadena de operación no tiene una normatividad clara sobre la rendición de cuentas en cuanto a cómo se gastan los dineros, los criterios para su aplicación en cada plantel escolar, la demostración de que el dinero se aplica en lo que se dice se debe aplicar, y menos en la forma en que haya una comprobación del uso del recurso, así como su probable recuperación, ni su reposición en caso de desvío.

Hemos escogido sólo uno de los múltiples ejemplos de los hallazgos que la ASF destaca en su informe particular del programa y que en la página 15 dice:

“… en el análisis de los 2,588 expedientes seleccionados para su revisión, se identificó lo siguiente:

b) Se identificaron 687 casos en los que no se cuenta con documentación que acredite la aplicación de los apoyos por un total de 285,800.0 miles de pesos, ni con evidencia que demuestre que se llevaron a cabo acciones para mejorar las condiciones de infraestructura y equipamiento de los planteles de acuerdo con sus necesidades. Al respecto, con base en lo anterior y con el fin de conocer si los recursos pudieran aún estar disponibles en las cuentas bancarias de los beneficiarios, se solicitaron a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) los estados de las cuentas bancarias de 71 beneficiarios de los 687 antes referidos, quienes obtuvieron apoyos por un total de 12,100.0 miles de pesos, en cuyo análisis se constató que los recursos fueron retirados en efectivo en su totalidad, por lo que no se pudo comprobar que éstos se hubiesen destinado para cumplir con los objetivos del programa.”

Así como existen varios hallazgos de este tipo en la ejecución del programa “La Escuela es Nuestra”, abundan las recomendaciones para subsanar las reglas de operación de un programa que hoy tomará en sus manos el dinero que se destinaba al programa Escuela de Tiempo Completo, uno que sí resolvía las necesidades de las familias que tenían a sus hijos en escuelas que operaban bajo este esquema.

El programa Escuelas de Tiempo Completo tenía doce años funcionando de manera óptima cuando la actual administración federal llegó y su primera acción al respecto fue recortar la mitad del presupuesto destinado a éste, para 2021 ya no se le otorgó recurso alguno y hoy lo que le correspondía será manejado por el ya mencionado programa “La Escuela es Nuestra” pese a las fallas y fugas detectadas.

Tres y medio millones de alumnos gozaban de actividades extraescolares y una buena alimentación en la escuela, hoy ese es un problema para las familias que no tendrán dónde dejar a sus hijos luego de clases y cómo completar esa ayuda alimentaria que sus hijos recibían…

https://sep.gob.mx/dgticDatos/LEEN/escuelas.html#:~:text=El%20Gobierno%20de%20M%C3%A9xico%20ha,Escolar%20de%20Administraci%C3%B3n%20Participativa%20(CEAP)

http://dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5643991&fecha=28/02/2022

https://www.infobae.com/america/mexico/2022/03/01/xochitl-galvez-reprobo-la-eliminacion-de-las-escuelas-de-tiempo-completo-austeridad-mal-entendida/