- La guerra de invasión a Ucrania por parte de Rusia ha desatado una inflación brutal; aquí en México la situación del bolsillo se recrudece y el camino se ve difícil en por lo menos un año.
Redacción CDMX .- El peso del golpe inflacionario que no sólo está en nuestro país y que se impulsa a través de la guerra de invasión entre Rusia y Ucrania, nos dice que la lejanía solo es cuestión de mapas, los efectos hacen que pensemos en que lo que comemos depende cada día más de lo que en otras latitudes se defina.
Por supuesto hablamos de que nuestra economía depende mucho de las importaciones de alimentos que elevan su precio debido a la contingencia que se enfrenta e los mercados internacionales por la escases de productos.
Fue una sorpresa para mucha gente saber que Ucrania, un país del que muy poco se hablaba, es un verdadero granero para el mundo y que el conflicto la ha llevado a una parálisis en la producción no sólo de granos, sino de metales, minerales y energéticos indispensables para la industria a nivel mundial.
Pero, ¿Qué tiene que ver con nosotros semejante asunto? veamos:
México ocupa el segundo lugar en el hemisferio occidental, en exportaciones de Ucrania, sólo después de Estados Unidos, según datos de la Embajada de Ucrania en México.
Lo que Ucrania nos vende son productos metalúrgicos, fertilizantes y cereales; pero ese país potencialmente puede alimentar a 600 millones de personas según algunos analistas.
Ucrania se destaca por producir Girasol y aceite de girasol, cebada, maíz, papa, centeno, abejas, trigo, huevo de gallina y queso.
Ucrania tiene grandes cantidades en reservas explotadas de uranio, manganeso, hierro, mineral de mercurio, gas de esquisto y carbón.
La industria de Ucrania es enorme al producir amoníaco y gas natural, además de tener una gran capacidad instalada en centrales nucleares, así como una gran extensión de redes ferroviarias.
Ese país produce localizadores y equipos de localización, exporta grandes cantidades de hierro, turbinas para centrales nucleares de todo el mundo, pero también es un poderoso fabricante de lanza – cohetes.
También exporta grandes cantidades de arcilla, titanio, minerales y concentrados, así como también productos de la industria de la defensa; como colofón es uno de los mayores productores de acero del mundo.
Por su parte lo que Rusia le vende a México son urea, aleaciones de aluminio, fosfato diamónico, acero, hierro, cloruro de potasio, partes para fabricar muebles y trigo.
En tanto, México vende ambos países (a Rusia) automóviles, aparatos eléctricos, cerveza, azúcar, cajas de velocidad, entre otras máquinas, (a Ucrania) cerveza y feldespato, leucita, nefelina, trimotos, tequila y espato flúor.
El comercio con ambos países por parte de nuestro país fue de 3,090 millones de dólares en 2021, según datos del Banco de México.
En palabras del director del Instituto para el Desarrollo y el Crecimiento Económico (IDIC), José Luis de la Cruz el encarecimiento del petróleo será el primer golpe tras este enfrentamiento, el segundo será inflación y el tercero, el aumento en los costos de producción para las empresas, servicios y la industria.
Dicha declaración fue hecha desde los primeros días en que estalló la guerra de invasión a Ucrania.
Hoy sin embargo, lo que los mexicanos de a pie sentimos no son solo las proyecciones de la afectación al 20% de nuestra economía, lo que nos está afectando la vida cotidiana es el incremento brutal en el precio de lo más básico, con una inflación sin control y una expectativa de que las decisiones de la presidencia de la república no son las más adecuadas al fundarse en la idea de un control de precios.
Esto se prevé como la antesala de una carestía y especulación de productos (cosas más caras y escasas) basado en un acuerdo de estabilidad de precios con los empresarios de algunas firmas nacionales.
Sin embargo, ya se ha dicho por parte de varios industriales que no se ha dialogado con ellos y que simplemente han sido ignorados.
La tortilla es un ejemplo claro de ello, mientras que el gobierno transa un acuerdo con las tiendas departamentales para vender la tortilla a un precio máximo, en las tortillerías de la calle el precio no tiene control ni lo tendrá, simplemente porque nadie acordó con ellos y no hay forma de detener el aumento, pues el acuerdo fue signado con los productores y distribuidores de maíz industrializado (GRUMA, MINSA) y no con la industria del nixtamal, las tortillerías tradicionales.
Por cierto GRUMA (grupo Maseca) y Bimbo son las dos únicas empresas mexicanas que han invertido en Ucrania debido a la gran capacidad de esa nación para producir maíz y trigo, los insumos fundamentales de sus productos comestibles industrializados que llegan a tu mesa.
Entre decisiones erradas y una inflación internacional sin control, a nosotros sólo nos toca cargar con el muerto de esta crisis, una de esas que sólo algunas veces de manera cíclica se presentan, pero sobre todo cuando estás viviendo en una oclocracia como parte de la pesadilla…
Para saber más…
https://www.eleconomista.com.mx/empresas/Fertilizantes-y-autos-dominan-en-comercio-con-Rusia-y-Ucrania-20220225-0036.html