Fuego y nieve

AIFA, las fotos y los vídeos…

Hablamos de los distractores en fotos y videos del nuevo aeropuerto (AIFA), más nunca de lo importante y eso es que se entregó una obra inconclusa: no están listos el área de servicios aeroportuarios, tampoco la pista norte, menos la ciudad aeroportuaria y ni qué decir del hotel.

Nos encanta hablar de cosas banales y nos fuimos con la finta…

Estado de México, 25 de marzo 2022. – La estrategia discursiva del primer mandatario de la nación (el primero en SER MANDADO), volvió a funcionar en un tema crucial para la actual administración que encabeza la 4T: en la inauguración del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), se distrajo con éxito el tema de la entrega inconclusa, al sembrar elementos mediáticos que fueron la comidilla de todo el día lunes 21 de marzo y ocuparon la voz de los críticos de AMLO, al hablar de tlayudas, camisetas y monitos con la efigie del ‘peje’ y mostrando una pobreza infinita en la discusión de una de las tres obras emblemáticas del actual régimen.Las tlayudas del AIFA

La expectativa era tremenda, primero, muchísimas personas estaban a la espera de que la promesa del presidente de llegar del palacio nacional al AIFA en 40 minutos se viera desmentida (hizo 45 minutos), esto debido a que ese tiempo no es posible hacerlo por parte de cualquier ciudadano que carece de escolta que le abra paso, que no viaja en ese horario en día festivo y de fin de semana largo, además de que llegar en el tiempo significaba un reto de los más importantes para López Obrador, ya que tenía empeñada su palabra, el mejor activo que tiene.

En segundo lugar, estaba el arribo de las personas que pretendían viajar en los vuelos inaugurales del día y ahí fue cuando hicieron su aparición los distractores. La gente abarrotó el AIFA, para hacer bola o viajar los menos, pero ahí estaban cuando alguien tomó vídeos de una señora que estaba haciendo su agosto vendiendo lo que a muchos mexicanos del centro y sur del país nos encanta, unos ricos “huaraches” a los que, aquellos que no los conocen, los confundieron con las ricas tlayudas de Oaxaca.

Otros tomaron fotografías de gente que, en pleno piso de la sala de espera del aeropuerto, se pusieron a vender playeras y muñequitos con la figura del ‘peje’; otros más se enfocaron en un puesto que pretendidamente vendería tacos de pastor, exhibiendo un cilindro de gas de 10 kilos que obviamente desafía toda reglamentación de protección civil; alguien más grabó la evidencia de que no había agua corriente en los lavabos del servicio sanitario.

En tanto personas totalmente ajenas a la operación del aeropuerto, pretendían poner dar órdenes incomprensibles mediante altavoces a las personas aglomeradas en el lugar que, o esperaban un vuelo, o simplemente se dieron cita para ver al presidente, acarreados o no.

Este show mediático que se desató durante el pasado lunes, fue el centro de la discusión y ocupó las redes sociales con críticas, loas, amenazas y toda clase de comentarios que la democracia digital permite.

Eso distrajo por completo la atención de cualquier otro tema importante en estos momentos y le dieron al presidente un respiro más que oportuno para dos cosas, la primera, llenarse la boca diciendo “misión cumplida” al entregar una partecita del AIFA con la que ya funciona mínimamente dicha obra de infraestructura.

La otra, fue lograr que vayan a la baja las tendencias negativas para sus afanes, sobre los temas de la “casa gris” de su hijo José Ramón, y el asunto de la crisis inevitable en su círculo cercano por la confrontación entre Julio Scherer Ibarra (ex consejero jurídico de la presidencia de la República) y Alejandro Gertz (Fiscal general) y Olga Sánchez Cordero (presidenta de la mesa directiva del Senado de México).

Obviamente las cosas que nos importan a los mexicanos como la inseguridad pública y la carestía de la vida, son temas irrelevantes para él según parece.

En tiempos de Peña Nieto se le conocía como “Caja China” a las informaciones -verdaderas o no-, que distraían la atención pública y eran operadas desde el mismo poder público, hoy no es lo mismo, pero es igual, aunque aquí el presidente se encarga a diario de conducir personalmente una agenda nacional que vincule a la opinión pública los temas que a él le conviene sean discutidos.

Por eso, qué mejor que hablar de tlayudas y monitos, en lugar de los cuestionamientos sobre una obra inconclusa que, a partir del martes siguiente a la inauguración del AIFA, está olvidada por el mismo presidente, pues ahora ha enfocado sus baterías en defender el proyecto ecocida del tren Maya